Las 24 horas de la vida de un sanferminero (X)
NUNCA ESTARAS SOLO EN EL CAMINO (15 de julio, Capítulo 10)Clic aquí para leerlo en el Diario de Noticias de Navarra
El arte de envejecer no tiene nada que ver ni con la cartera ni con los genes, sino con la organización, y yo, en San Fermín, soy un vivo ejemplo de ello. Pese a ello, la mohína se adueña de mi alma cuando acudo a un lugar secreto de la Ciudadela, al risco donde todos los años a modo de despedida echo mi piedrecilla – como los atlantes- al rimero de guijarros allí acumulado en recuerdo del continente sumergido, ese último vestigio del amor primitivo que para mi encarna Iruña.