Crisis financiera, la gran mentira. NOTICIAS DE ALAVA (O5 -11-2008)

Tribuna Abierta
Crisis financiera, la gran mentira
por JOSE LUIS GOMEZ LLANOS
UN verdadero seísmo financiero y bursátil ha hecho temblar los cimientos de la economía mundial con tal magnitud que sus consecuencias repercutirán en profundidad, a corto y medio plazo, en todos países del planeta sin excepción. La desreglamentacion acelerada de la esfera financiera en los últimos 20 años y el laxismo monetario imperante en los EEUU han transformado al mundo en un Planeta Finanzas , una burbuja opaca, incontrolable e hipertrofiada.
Durante varias décadas todo el mundo aceptaba que las remuneraciones financieras aumentasen un 20% al año cuando las del trabajo se debían contentar a duras penas con un 2%. Ante el tsunami que nos viene encima los gobiernos de los países ricos se han apresurado en poner a la disposición de sus respectivos sistemas financieros nacionales sumas colosales de liquidez mientras que los países pobres pagarán con hambre, epidemias y guerras una parte importante de la factura.
En occidente los indicadores económicos apuntan hacia una recesión sin precedentes por su gravedad y duración, y como si de una plaga bíblica se tratara, millones de personas se preparan para afrontar con resignación el paro, la exclusión y la pobreza. ¿Dónde han ido a parar esas masas colosales de dinero que ahora necesitan nuestros bancos para sobrevivir? ¿dónde han ido a parar esos gigantescos beneficios obtenidos durante esta última década de bonanza? ¿qué compensación obtendrán los ciudadanos, las familias, las pequeñas y medianas empresas por el fenomenal apoyo del Estado al sistema financiero? Estas inquietudes de sentido común contrastan con la falta de respuestas, lo que significa que nuestros gobernantes no tendrán en absoluto en cuenta estas consideraciones.
Pronto saldremos de dudas; en los próximos días asistiremos a uno de los escándalos más ignominiosos que se pueden dar en democracia, sólo comparable a un auténtico golpe de estado. Hasta hace unos meses el gobierno Zapatero no disponía de margen de maniobra financiera, entre otras razones, a causa de las prestaciones generosas que prometió durante su campaña electoral, y que todo el mundo recuerda. El superávit se derritió en unos gastos sociales de discutible eficacia, pero así fue. Cabe preguntarse entonces de dónde ha sacado el dinero ahora el Estado para inyectar la inmensa liquidez que ha prometido a los bancos.
Los mercados financieros hoy por hoy no prestan dinero a casi nadie. Los mercados que no prestan a nadie, van a prestar esta vez al Estado quien es, al fin y al cabo, el único en que todavía se tiene confianza. Por consiguiente, el operativo puesto en marcha consiste primero en que el Estado pedirá prestados cientos de miles de millones de euros al mercado financiero. Segundo, ese dinero servirá para financiar las distintas partidas del plan de saneamiento de la banca; es decir, una vez obtenido este préstamo, como si fuera el conejo que se saca de la chistera, el Estado lo prestará a los bancos para favorecer su liquidez.
Cuesta creerlo, pero así es. El Estado se convierte en banco de los bancos con el dinero de todos. Y el contribuyente pagará dos veces, como avalista de los bancos y como cliente. Dicho de otro modo, costearemos dos veces nuestros créditos.
Al escándalo moral que supone la impunidad bancaria de los que se han enriquecido provocando este desastre, se añade la indefensión de la ciudadanía que asiste impotente a la desastrosa gestión por parte del Gobierno de una crisis provocada por aquellos a los que no se les exige de un modo drástico las contraprestaciones sociales para con la ciudadanía, las familias, las pymes etc. Todo esto es posible mediante el despliegue de una gran mentira. Lo que ocurre es que no nos dicen la verdad, ya que en democracia la verdad política y social es la resultante de una tensión básica entre los gobiernos y la oposición, la patronal y los sindicatos, etc. Nada de todo ello está funcionando ante esta crisis. La oposición sigue petrificada en sus desvanes internos. El sindicalismo mayoritario es el más domesticado de Occidente. Los medios de comunicación conocen la realidad pero se aplican un curioso principio de prudencia, supuestamente, para no alarmar a las poblaciones. Con el horizonte despejado, el gobierno hace y deshace a sus anchas.
Entre España, Francia, Inglaterra, Alemania y EEUU en un fin de semana han sabido movilizar 4 billones de euros mientras que cuando se trata de luchar contra la pobreza, la deforestación o el cambio climático el dinero no aparece por ninguna parte.
En suma, crisis financiera ciertamente, pero nada en comparación a la crisis de los valores democráticos. De lo contrario, ante esta crisis financiera, se hablaría más de ayudar a los millones de clientes o empresas sobre endeudados, y se aprovecharía esta crisis para un verdadero plan de sociedad, para apoyar a la gente humilde, donde las desigualdades se vieran reducidas, etc. Lo que es distinto de rescatar un sistema injusto y depredador que, en el mejor de los casos, si consigue enderezarse, dejará una deuda pública inconmensurable a las generaciones futuras.
Nadie en su sano juicio puede desear el hundimiento general de la banca, pero que no nos hagan creer que sólo hay una vía para su salvamento, que no hay una salida social para superar esta escandalosa bancarrota.
* Abogado y sociólogo